Bueno por fin saco algo de tiempo para presentar los acabados finales.
Como comentaba el vaso lo forramos con cerámica de Rosa Gres acabado Bali. Es un acabado verdoso que nos gustaba mucho. El borde de coronación lo hicimos con peldaños de Cerámica Mayor modelo Stromboli Ligth. Entre otras cosas, elegimos este modelo, porque tenían peldaños de 120cm de largo, en vez de los 90cm de Rosa Gres. Finalmente esto fue una desventaja pues con esta longitud los peldaños no vienen perfectamente alineados ni planos, por lo que se complica la ejecución y el acabado no es perfecto. Visualmente sí que quedan muy bien y el antideslizante parece funcionar correctamente.
La calidad de las baldosas de Rosa Gres se ve muy buena y muy duras, algo difíciles de cortar, de hecho no se cortaban bien con la máquina manual de cortar azulejos y tuve que hacer todos los cortes con radial. Increíble la cantidad de cortes que puede llevar una piscina.
Los peldaños de Cerámicas Mayor, me parecieron de bastante peor calidad y algunos venían algo tocados y al golpearlos con la maza de goma se partían. No eran golpes fuertes y aún así partían rápidamente. Solo fueron unas 3 piezas pero al precio que valen fastidia bastante que vengan así. Veremos qué durabilidad tienen a futuro.
Pues ahí van las fotos de los acabados.
Tras terminar los alicatados, había que dar la lechada y me decidí por una lechada epoxi. Usamos una de la casa Fixcer, que pertenece a Rosa Gres. En concreto usamos Cerpoxi que tienen una gama de colores muy amplia y como el azulejo es verde nos decidimos por el color esmeralda. Cuál fue nuestra sorpresa que al abrir el bote se veía un color verde muy clarito que no cuadraba nada con el color de la baldosa. Intentamos cambiarlo pero al haber manipulado el bote ya no lo cambiaban pero al ser algo tan importante decidimos comprar otro color. En este caso nos dejamos guiar por la propia Rosa Gres y ellos recomendaban colocar lechada gris para el modelo Bali. Nos extrañó pero les hicimos caso y encargamos el color gris. Dar la lechada en agosto es casi un suicidio, iniciábamos los trabajos al amanecer pero aún así las temperaturas eran muy elevadas y la lechada endurecía muy rápido, el primer bote de 5kg prácticamente tubería que tirar más de la mitad al ponerse duro en menos de 1h y la limpieza las paredes fue muy complicada. Aprendimos la lección y las siguientes aplicaciones las fuimos haciendo dividiendo los botes en 4 partes. Al tener que tirar medio bote del gris no me llegaba la lechada gris para acabar todo y decidimos aplicar el suelo con el verde que tenía, así que hicimos paredes en gris y suelo en verde.
Decir que el gris es sin duda el que mejor se adapta al Bali una vez que llenas la piscina con agua, el verde hace destacar mucho más la junta cuando con el gris queda toda la pared mucho más uniforme.
Por fin pudimos terminar todo y pasar a la parte más esperada.
Que ilusión da ver como se llena después de tanto trabajo. El resto de la familia también lo disfrutaba.
Una vez llena, queda espectacular, la cascada desbordante es una pasada y cuando está filtrando el sonido del agua es muy relajante.
El cuarto de máquinas también se llevó su tiempo, para organizar todos los tubos e instalaciones y aún me quedan cosas por terminar pero al menos este año ya hemos podido pegarnos unos bañitos y disfrutarla.
En cuanto vaya terminando el resto de instalaciones y los alrededores de la piscina, vuelvo a colgar unas fotos de acabados finales y algunas curiosidades e invenciones. Mientras voy a disfrutar de periodo de descanso merecido.